El Tarot tiene la capacidad de trascender su estigma como simple herramienta predictiva. Es una invitación a explorar los misterios del subconsciente y a conectar con la sabiduría colectiva de la humanidad. En un mundo que a menudo privilegia la lógica y la razón, el Tarot nos recuerda que la intuición, el simbolismo y las emociones también son caminos válidos hacia el conocimiento y la verdad.
Para quienes están abiertos a su magia, el Tarot no solo ofrece respuestas, sino que plantea preguntas. Preguntas que nos impulsan a reflexionar, a crecer y a evolucionar. Porque, al final, el verdadero poder del Tarot no está en las cartas mismas, sino en la forma en que elegimos interpretarlas y aplicarlas a nuestras vidas.